un poquito de mi

Se levanto de la cama, con la pereza aún posada en sus hombros, se puso las zapatillas y fue andando hacía el final del pasillo hasta llegar al servicio, encendió el grifo y se lavó la cara, se secó con energía y se miró durante unos minutos al espejo ¿que pensaba sobre ella? en ese momento, no se encontró muy guapa, aunque en cierta ocasión le comentarón que en modo casero tenía cierto encanto. Miró a su reflejo y vio dos ojos redondos y atentos, enmarcados por unas grandes ojeras, en aquel momento, el color marron de sus ojos brillaba, sería un día de esos, en los que la luna de la noche le había ejercido una cierta mágia, pensó para sus adentrós en una de las frases de una canción del maestro Serrat, “hoy puede ser un grán día duro con el”...