Como dice Sabina "las niñas ya no quieren ser princesas". Se les fue la inocencia de sus rostros, maquillados con descaro, arrulladas con el sonido ensordecedor de las discotecas, y arropadas con escasas minifaldas. Ya no sueñan con principes azules que suban por sus balcones, ni palacios con tules y cachemir. Ahora simplemente juegan a otros juegos en los que la imaginacion se arranca las alas y la ropa interior, desgastando así su alma.
creo q te impactaron mucho aquellas.... estas cebrereñas .... :P
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