lunes, 30 de agosto de 2010

de todas las rosas que he domesticado...



De todas las rosas que he domesticado a lo largo de mi vida...
de todas ellas aprendí algo.
Desde que las cartas que vuelan por las ventanas siempre hacen que te de un vuelco al corazón, hasta el valor de una nota tocada en Semana Santa. También aprendí la importancia de una mirada o que mi nombre se pueda tatuar por las paredes de la ciudad. Aprendí que siempre se domestica con café, y gracias a una de estas rosas se mirar con el olfato.
No se cual es la rosa adecuada para mirar cada día nada más levantarme aún con el pijama puesto, pero si se de que color no me gustan olerlas.
Ya cansada de rosas que cuidar, creo que he optado por decorar un poco mejor mi planeta al que mucha gente viene a visitar; gente que ya forma parte de el, o simplemente lo visita y marcha.

Lo que tengo claro es que lo de cuidar plantas no es lo mio...

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