domingo, 7 de noviembre de 2010

hace mucho que no escribo...

Hace mucho que no escribo, tal vez se me este secando esa manera de ver el mundo, de explorarlo todo. No solo creativamente sino filosóficamente. Creo que es una competencia que adquirí ya hace tiempo. Todo comenzó en un piso de estudiantes, el primero que frecuenté (no era mío). No era consciente de la cantidad de pisos de estudiantes por los que pasé a lo largo de mi vida, y supongo que me tocará visitar muchos más (o eso deseo), porque todos los pisos de estudiantes tienen algo. El hecho de ser una casa alquilada tiene algo que me hace gracia, es un hogar pasajero, lo apropias como tuyo, pero solo por algún tiempo. Muchas veces me he preguntado, cuanta gente habrá pasado por ese piso, o por esa cama, o cuantas charlas en ese sofá. Las casas tienen mucho que decir, y sobre todo las casas alquiladas. Soy una persona que da mucha importancia a los hogares, y la gente que me conoce lo sabe, tal vez por eso uno de mis hobbies favoritos es ir a tiendas o almacenes de decoración (baratos pero curiosos) en los que puedo adquirir artículos que hagan mi hogar más mío.


En aquel piso de estudiantes, me pasaba mis tardes de 18, jugando, queriendo, hablando. Pero sobre todo, y lo único que sobrevive de todas las cosas que allí hacía era aprender a hablar filosóficamente. Lo aprendía gracias a dos personas, una fue un profesor que me enseñó que la gente se mide por cumple-crecimientos, y que pronosticó la duración de una relación que acababa de empezar. ¿Por qué lo vería tan claro? La verdad es que yo estaba convencida de que sería una relación eterna (supongo que siempre nos imaginamos que las relaciones serán eternas). Tal vez, vio claramente que no teníamos la misma cantidad de cumple-crecimientos, puede que esa persona lea esto, bueno, ¿a quien estoy queriendo engañar?, la verdad es que no lo leerá, porque el mágico mundo de la lectura le producía sarpullidos por el cuerpo, como mis caricias, mis llamadas, y esos cafés que nunca nos tomamos, por eso tenía la piel tan áspera.


La persona fundamental para la adquisición de ese conocimiento fue un gran amigo, que años mas tarde se convirtió en mi ángel de la guarda. La verdad es que no nos damos cuenta de la importancia que va a tener una persona en tu vida cuando topas con ella la primera vez. Recuerdo, que la primera vez, que tuve constancia de su presencia, me resultó una persona muy pedante. Leyó un texto escrito por el, delante de toda la clase. También recuerdo que se le daba muy bien la mayoría de cosas que hacía, y era (y sigue siendo) de esas personas que no paran de preguntar. Pero no lo hace con maldad solo quiere conocer y aprender, asimilar en su cabeza una infinidad de datos, y creedme que todos ellos le entran. Pues gracias a el, y a unas charlas de iniciación, aderezadas con temas de filosofía de los que te obligan a estudiarte en selectividad, aprendí que la vida es más bonita si te preguntas por las cosas, si escribes lo que piensas, y sobre todo si charlas habitualmente sobre las cosas que te preocupan.


Solo darte las gracias en este lago comentario por esas charlas, que te llenan el alma y a veces también te lo vacían, necesito una de esas, que te hacen pensar en todo, reflexionar si vas por buen camino… y que te hace mirar el lienzo desde lejos…

1 comentario:

  1. Llevo viendo esta entrada desde ayer, y creo q se merece algún comentario. Quizá sea yo quien deba hacerlo primero, porque me he dado por aludido (he sabido que hablabas sobre mi en cuanto me has llamado cabezón, jeje). Sin embargo, ya ves, al contrario que en esas charlas, que no callaba, ahora no se me ocurre qué decir.
    Diré, por decir algo, que jamás se te secará esa manera de ver el mundo, por poco que escribas, porque tus ojos solo saben mirar así.
    Diré, por decir algo, que los pisos de alquiler siempre tienen algo especial, pero casi siempre ese algo son los "alquiladores", no se porqué me viene el Cid a la cabeza...
    Diré, por decir algo, que has cumpli-crecido tanto desde entonces que dos personas que te quieren mucho creyeron que estabas preparada para ser tía, y has demostrado madurez para ser la mejor.
    Diré, por decir algo, que preguntaba tanto para saber la mitad de lo que preguntaba y hablar de la mitad de lo que sabía.
    Diré, y ya es decir mucho, que espero repetir esas charlas durante muchos muchos años. Además, hemos encontrado nuevos contertulios desde entonces.
    Diré, y me quedo corto, que el alma me le has llenado tú a mi con esta entrada. Que será un placer seguir filosofando contigo, reflexionar, mirar nuestras lienzos desde lejos, volver a estudiar juntos como aquellos exámenes de bachillerato, en definitiva, llenar (y vaciar) nuestro alma tantas veces como el café nos lo permita.
    Pero vamos, que es por decir algo, que veía muy triste la entrada...

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